Empatía y maternidad: el sentimiento puede volver todo más ligero
Aprender a ser mamá es un ejercicio continuo e interminable. Una de las grandes lecciones es la empatía. Intentar colocarse en el lugar del hijo para descubrir si el llanto es consecuencia de un dolor de estómago, de hambre o de maña es uno de los primeros desafíos. Pero ellos no paran ahí: intenta también colocarte en el lugar de la otra mamá que enfrenta dificultades diferentes a las tuyas. Así, es posible ampliar tus referencias para educar niños más atentos y tolerantes a la diversidad.