Todo el mundo sabe que el limón y el sol no forman una combinación segura, porque el jugo de la fruta es capaz de causar quemaduras en la piel. Pero ¿que más puede provocar reacciones como esta? Perfume. Si alguna vez fuiste a la playa y percibiste que algunas manchas aparecieron en la piel, tu fragancia puede haber sido la responsable.
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Entonces, ¿cómo el perfume puede manchar la piel?
Toda fragancia es compuesta de diversas sustancias. Algunas de ellas pueden reaccionar sobre el sol y causar pequeñas quemaduras. Normalmente los activos que más provocan este problema son los derivados de plantas presentes en la fórmula.
“Conservantes y colorantes también pueden dejar la piel más sensible. Además de ellos, el alcohol puede causar alergia, por su potencial de resecar la piel, dejándola más vulnerable”, explica la dermatóloga Flávia Ravelli, de la Sociedad Brasilera de Dermatología y responsable por el Departamento de Dermatología del Centro Hospitalario ProMatre / Santa Joana.
¿Cómo identificar el problema?
Rojeces, picazón, ardor en el lugar donde el perfume fue aplicado son las principales reacciones inmediatas. “Si al problema no se le presta atención rápidamente, surgen costras y hasta heridas en el lugar. Y que al final, pueden dejar una mancha castaña”, aclara la dermatóloga. Lesiones enrojecidas y ampollas también son posibles que aparezcan. La especialista alerta además que cuadros de irritación como estos son raros.
¿Cómo prevenir y qué hacer cuando suceda?
Con la intención de proteger y evitar esas complicaciones, la dermatóloga recomienda evitar el uso de perfumes en ocasiones de exposición directa al sol. “Esto para paseos que tengan piscina o playa, ambientes de luz natural intensa”, dice Flávia.
En caso que no puedas dejar de usar tu aroma preferido sobre tu piel, opta por los productos más suaves, con concentraciones bajas, como las aguas de baño. Otro recurso válido es aplicar la fragancia en lugares de poca exposición, como la parte de atrás de las orejas.
Te quemaste, ¿y ahora?
Si ya te expusiste y necesitas ayuda, lo primero que debes hacer es dejar el lugar inmediatamente ante la primera sensación de molestia. “Después, lava la región para retirar el producto que está provocando la alergia. Para aliviar la incomodidad, compresas con suero fisiológico helado y agua termal pueden ayudar”, comenta Flávia, que aconseja también buscar ayuda médica para decidir si el cuadro puede ser controlado solamente con antialérgicos e hidratantes o si medicamentos, como cremas antiinflamatorias, serán necesarias.
*La especialista consultada en este artículo fue escuchada como fuente periodística, no utilizando el espacio para promoción de cualquier producto o marca.